El primer splashpark de Madrid
Moralzarzal se ha convertido en el único municipio de toda la Comunidad de Madrid en contar con un Splashpark.
La localidad echaba en falta un espacio de ocio con agua para los meses de verano. Especialmente para los niños. Su piscina de nado en el centro deportivo era la única alternativa refrescante para el verano, pero obligaba a la convivencia entre adultos y niños, además de no ser un espacio adecuado para los más pequeños.
Al aire libre contaban con un gran terreno natural, el sitio perfecto para la construcción de un parque de agua sin profundidad integrado en estética con el entorno de la sierra y configurado para el juego a todos los segmentos de edad.
Una convivencia con la naturaleza que reafirmamos con un sistema de calidad de aguas sostenible, en línea con criterios de eficiencia hidráulica, ahorro de energía y medidas para el uso responsable.
Diseñamos una actuación de casi 300m2, en un espacio con formas orgánicas, que nos servían para establecer tres zonas con un desarrollo de juego distinto: una para los más pequeños, otra zona familiar y, por último, una más juvenil.
Los elementos de juego y atracciones de agua se personalizaron para recrear la fauna y vegetación de la sierra madrileña. Incluyendo en el gran cubo de agua, lo más llamativo del parque, el escudo de la localidad. Un parque de agua que de esta forma se integran en el entorno, en la geografía y en la identidad de Moralzarzal.
Activador de juegos
La diversión no comienza hasta que se pulsa el activador, un sistema que pone en marcha la salida de agua por los juegos y que asegura que la instalación no consume recursos si no hay nadie disfrutando de ella.
Un signo de responsabilidad medioambiental.
Zonas por edades
Infantil: un espacio para niños a partir del primer año de edad, donde el juego estrella es el Flow Garden. Un jardín de flores, nenúfares y hojas con movimiento, con el que los niños pueden controlar el recorrido del agua, cómo esta sale por las hojas y con el que tiene que estar en continua interacción. Al rededor, un minitobogán; y gran variedad de jets de suelo, cada uno con un efecto distinto, para que los niños aprendan a tratar con el agua como elemento.
Familiar: un espacio donde las familias podrán convivir en el juego con sus hijos, de una forma cómoda para ellos y donde deberán de ayudarse unos a otros. Esto lo conseguimos con elementos altos, con caídas suaves, cañones de agua que se cruzan, y más.
Juvenil: la zona juvenil destaca por el gran cubo de agua, que vuelca 180 litros de agua cada pocos minutos. Para llegar a él, un gran tunel de arcos de agua, y jets potentes del suelo que sorprenden a su paso.
Secuenciación
Este Splashpark tiene gran parte de sus elementos de juegos secuenciados, de forma que la salida de agua por ellos crea una coreografía.
Esto provoca el movimiento de los niños por toda la zona de juegos, y crea expectativa y sorpresa.